26 diciembre, 2006

Madrugada pre-navideña - La última del 2006


Siempre que escribo las bitácoras de las madrugadas, el primer adjetivo que acude a mi cabeza es "especial". Y la verdad es que es muy difícil que una madrugada no lo sea, porque hay tanto cariño de comunidad y, por si fuera poco, la presencia evidente de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra Madre María en la celebración les da una especial magia que es perceptible en la piel y el corazón de cada asistente.

Sin embargo, cuando me puse a escribir sobre la madrugada recién pasada (23 de diciembre), la palabra que me surgió como resumen fue "emotivo".




Partimos con el canto inicial en la ermita. La lluvia, eterna compañera valdiviana, nos acompañó de tal manera que hicimos explícita la parte del canto que dice "a empaparnos de ti, Señor".

Después de la oración inicial del jefe Kiko y cuando ya, sorpresivamente, vimos que el número de madrugadores excedía el espacio cubierto por el techo de la ermita, y en virtud de la edad de los madrugadores.. (eso es una broma por supuesto...), decidimos volver a la salita que gentilmente nos facilitó el Párroco de Santa Inés para continuar la madrugada.

Cantos, oraciones, lectura y comentarios de La Palabra se sucedieron armónicamente, con la cadencia y el énfasis propio de cada reunión. Fernando Mujica nos regaló doblemente con un librito y la lectura de unos de los relatos de los "Soliloquios de Belén" de Papini, enfatizando el sentido de la navidad y nuestra personal responsabilidad en transmitirlo a nuestros hijos y cercanos.


Emotivo resultó el momento en que el buen Dr. Pedro Valdivia agradeció al Señor y a las personas que estuvieron cerca en el difícil trance que está sufriendo su familia, por una pérdida cercana y reciente. Emotivo también el momento en que Camilo lee una carta dirigida a "su amigo luchito", pero también extendida por su contenido a Pedro, con un texto lleno de sentimiento, cariño y fe a quien a sufrido por la partida de alguien querido, tras lo cual nos quedamos mudos de emoción con el abrazo de Camilo y Luis Viel, quien era el destinatario de tan hermosa nota. Varoniles lágrimas asomaron en varios de nosotros en un momento pleno de comunión entre hombres que han elegido comprometerse, compartiendo alegrías y también tristezas juntos y en las manos de Dios y María.




Terminamos la madrugada con el ya tradicional Himno de Maipú, cantado por última vez este año 2006, con el marchoso ritmo que le imprimimos a este lindo canto.




El desayuno con el auspicio de la vajilla del jefe Kiko (ya que la nuestra se quemó en el incendio de la Parroquia de La Merced), sirvió para conocer a dos nuevos Madrugadores, Rodolfo y Alejandro, que se integran a la familia Madrugadora. También estuvo Andrés que no pudo quedarse al desayuno y Angel que también tuvo que partir temprano.



Rumores hablan de la aparición durante la madrugada del cometa Mario Calvo, con su fugaz visita y consiguiente desaparición. (Un abrazo Marito...)

Alcanzamos a conversar algo del encuentro de Madrugadores al que asistimos con el jefe Kiko (y del que tenemos pendiente escribir algo mas largo).


Otro tema que tocamos fue el de nuestro "proyecto secreto", que ya no es tan secreto, sobre el Santuario para Santa María la Blanca de Valdivia.



Importante: En la modalidad "Just Do It", quedamos de presentar nuestro apoyo al padre Jorge con quien aún no podemos conversar respecto a como podemos ayudar para la reconstrucción de la Parroquia.



Será entonces hasta la Primera Madrugada del 2007, con nuevos desafíos, esperando en Dios que esta corriente siga creciendo y comienze a retribuir a la comunidad lo que el Señor nos regala en cada madrugada.

1 comentario:

Cristian dijo...

Realmente emotiva la madrugada que tuvieron, y muy productiva. Espero de corazón que puedan ayudar a reconstruir la parroquia que les acoge, y que también puedan más adelante tener el Santuario. Feliz año 2007 y bendiciones.