Esta madrugada nuevamente tuvimos una especial celebración. Primero, la vuelta del Padre Jorge, acompañado esta vez por nuestro querido Padre Carlos, que por su ministerio en Corral ha estado ausente de las madrugadas, pero que esta vez aprovechando la coyuntura de tener que visitar Paillaco, se quedó en Valdivia y se unió a nosotros en la madrugada.
Importante la presencia de la juventud, representada por el hijo menor de Enrique F., que también nos acompañó hoy, y un especial regocijo por la presencia de Jaime M., quien luego de su accidente a caballo estuvo en reposo absoluto por un par de meses, pero que hoy, apoyado un poco en unas muletas pero mucho más en su propio tesón, en el amor del Señor, de la Mater y en las oraciones madrugadoras, reapareció y se unió a quienes mucho lo extrañamos los días sábado.
Para la posteridad, una foto (ojalá podamos de aquí en adelante simpre acompañar la bitácora con algún registro gráfico).
El protocolo madrugador lo dirigió Juanito S., en ausencia del Jefe Kiko, de Benjamín y del Jefe Pato.
El desayuno, conversado, con la invitación del Padre Carlos para que madruguemos en Corral uno de estos sábados. A ver como estamos para también fundar la comunidad de Madrugadores Corralinos...
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