Hay ocasiones en que un mismo hecho es visto por unos de una forma y por otros de manera totalmente diferente y hasta antagónica.
A muchos de nosotros se nos habría dibujado una irónica sonrisa en la cara si hace algún tiempo algún amigo nos hubiese contado que los sábados cada quince días se levanta a las 6:00 AM, con el único fin de ir a una iglesia o santuario a rezar y cantar. El siguiente pensamiento hubiese sido "yo jamás lo haría..."
Algunos años después, en más de 20 comunidades en Chile y otros países, un buen número de varones aceptan esa invitación, y si bien la batalla con las sábanas es inmisericorde, finalmente la fidelidad al Señor y a María nos permite no solo estar presentes en las madrugadas, si no que además acompañarnos de una sonrisa de satisfacción y alegría al terminar el tradicional desayuno, esperando que pasen luego las dos semanas para reencontrarnos al amanecer de un nuevo sábado.
Algunos este acto lo ven como un castigo, otros preguntan "¿tuviste que trabajar ? cuando las ojeras delatan la hora temprana en que iniciamos el día, otros en cambio vemos esto como una oportunidad que no deseamos perder.
Lo mismo nos ha pasado acá en Valdivia con la reciente formación del Grupo de Madrugadores de Villarica.
Nos sentimos «de una pequeña manera» responsables de su formación por contagio directo, cuando Tomás (el Jefe Tomás en nuestra jerga) madrugó con nosotros y se sintió llamado por María a llevar esta corriente a su ciudad.
La semilla dió rápido fruto, quedando para la historia la primera Madrugada del grupo de Villarica el Sábado 11 de Noviembre, en que se lanzaron solos al agua, y ahora el sábado 25 de Noviembre de 2006, con la presencia de un pequeño pero entusiasta grupo de Madrugadores de Valdivia, que viajamos para acompañarlos en su segunda reunión.
Manteniendo la costumbre de poner el final de la historia al principio, ya conté el hecho concreto: este sabado los madrugadores de Villarica y los madrugadores de Valdivia sellamos un fraterno encuentro, en que Jesús estuvo en espíritu en las manos, voces y corazones de los 15 asistentes a la madugada en la hermosa capilla del obispado de la ciudad.
Sólo para la historia, nos juntamos a las 4:45 AM al frente de la casa del Obispo «Monseñor, el ruido fue por exceso de entusiasmo, no eran muchachos pasados de copas, eramos nosotros listos para iniciar nuestra aventura»... 6 valientes y ateridos madrugadores que capitaneados por Otto y Enrique F. iniciamos la travesía. Con el viento a favor, la animada conversación y más de algún revisada de párpados por dentro el camino se hizo corto, por lo que arribamos a nuestro destino 30 minutos antes de la hora cero (o sea a las 6:30 AM).
Entonces compartimos estacionados frente a la muni de Villarica un café y galletitas, que fueron un necesario y reparador ágape. Como alguien mencionó muy bien, ¡somos madrugadores pero no ayunadores!.
Luego nos juntamos con Tomás y mientras esperabamos que abrieran la reja de acceso al obispado pasó una procesión de, no se, más de 50 personas, rezando un rosario camino arriba, «el rosario del alba» nos explica Tomás, razón por la cual hoy no estarán los 11 madrugadores iniciales si no sólo 6.
Iniciamos puntualmente a las 7 la madrugada con la compañía de los seis Madrugadores de Villarica, y con la especial asistencia del Padre Gerardo Frank M. Vicario general de la Diocesis y nada menos que del Señor Obispo Sixto Jose Parsinger.
Empalmamos la madrugada con la misa de 7:30 tradicional en la capilla, y tras la comunión, nos despedimos con nuestro infaltable Himno de Maipú. Tras la celebración, la foto oficial de la jornada.
El desayuno fue en un comedor del recinto del obispado, de más está decir que nos atendieron de lujo, y que aprovechamos para presentarnos, primero nuestros hermanos de Villarica (Jaime, Justo Enrique, Eliseo, Rigoberto, el jefe Tomás)... y luego los valdivianos (ver foto).
Algunos debimos partir rápido de vuelta, otros se quedaron un poco más, pero las invitaciones, la fraternal despedida, los parabienes y el cariño mutuo coronaron una jornada inolvidable.
Como dijo Enrique F. además tuvimos el regalo de 2 horas de conversación entre nosotros, durante el viaje. Todos coincidimos en que la oportunidad de conocer a gente tan valiosa como a los muchachos de Villarica hace que el corazon se llene de esperanza.
Hay quienes piensan que levantarse a las 4:00 AM, para ir a volver a Villarica durante la mañana, con el objetivo de ir a una a parroquia a rezar y cantar es un castigo o un sacrificio. Para los que fuimos creo que es un privilegio y un regalo de Dios.
¡¡Larga Vida Madrugadores de Villarica!!
29 noviembre, 2006
¡¡ Larga Vida Madrugadores de Villarica !!
Publicadas por JCValenz a la/s 11:33 a. m.
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3 comentarios:
Amén!!!
Realmente madrugar, es una necesidad a estas alturas de mi vida. Felicidades a la naciente comunidad de Villarrica. Bendiciones a todos.
Gracias Padre por su visita y sus comentarios. Tuve la oportunidad de compartir con ud. en la Madrugada de los Pinos, fue un placer conocerlo y espero nos siga animando con su presencia en los blogs y a nuestros hermanos en las Madrugadas de Con Con.
Un abrazo fraterno
Juan C.
En eso estamos, para acompañarnos. Bendiciones.
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