22 enero, 2008

Les quiero regalar una oracion que escribio mi hijo gonzalo, su primera oracion. Al parecer se inspiro el niño y abrio su corazon a lo infinito.
Un regalo.
En realidad el regalo es el.


Jesús, mi señor,

Que amigablemente me aconsejaste,

No me diste un mandato de hierro

Ni con tus manos amenazaste,

Mas, sino, esperas pacientemente

a que te acoja en mi corazón y siga tu consejo.

Mas, o señor,

mi corazón no es grande para que tanto amor aya,

Ni mi carne es fuerte para no caer.

Mas aun, mi mente es débil

Y muchas veces blasfema.

Y aun no se como puedes amarme.

Siento tu cariño traspasar la oscuridad

Y penetrar en lo profundo de mi mente.

Y aun no sé como puedo sentirlo.

Mas aun, o mi gran señor,

No hagas caso de mis blasfemias y dudas,

Solo entra en mi corazón,

Que sin darme cuenta ya te lo he entregado.

Mas, o señor, hazme dócil e inocente

Para no dudar de ti.

Dómame como a un caballo

Y enséñame, siempre enséñame,

Que no hay en tu palabra una falacia que me haga dudar.

Mírame con tus divinos ojos

Que no hay en ellos mirada severa ni fría que me estremezca.

Por ultimo, Jesús, o mi gran señor,

Retenme, no me dejes ir,

Que tan cálido regazo no encontraré en cualquier lugar,

Ni tan dulces palabras oiré.

Retenme, que el mundo es hostil,

Las fieras son salvajes,

Y la oscuridad me estremece y me atrae.

Mas aun, apriétame en tu regazo fuertemente

Que soy un hombre y no sé lo que quiero.

1 comentario:

JCValenz dijo...

Querido amigo:
Gracias por el regalo de la oración de tu hijo,tal como dijiste, en realidad el es el regalo que nos viene a demostrar a los viejos que para estar en el Señor hay que simplemente ser niño.

Un gran abrazo.
Juan C.