Abro la puerta de mi casa cantando a voz en cuello "la alegría del camino...limpiará mis sentimientos..."
Mi señora me mira con gesto de infinita paciencia...
- ¡Hola mi amor! le digo, te cuento que la madrugada estuvo particularmente bonita...
mi chaqueta queda abandonada en una silla, la guitarra apoyada descuidadamente en un sillón y me siento a la mesa donde mi familia compartirá el desayuno sabatino.
- ¿Y que tuvo de especial ?
- Bueno, en realidad extrañamente esta vez llegamos muy pocos, eramos en total 12 o 13, incluyendo al padre Jorge y a 2 nuevos madrugadores, luego los "viejos" éramos no mas de 10 (nota al margen: no tomen eso de "viejos" literalmente).
- Aunque el jefe Kiko andaba representándonos en la inauguración del santuario de San Fernando, Benjamín tomó la batuta y nos guió en las oraciones de los madrugadores, matizadas con canciones a María. Después enganchamos con la oración inicial del mes de María, la lectura del evangelio y nuestras reflexiones. "Mientras estaban en Belén, llegó para María el momento del parto y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para ellos en la sala principal de la casa"...
- Después de las reflexiones, el ofertorio y las oraciones tan especiales del padre Jorge, compartiendo sus oraciones secretas e invitándonos a recordar en voz alta a nuestros queridos difuntos, los que se nos adelantaron...
- La comunión, con pan y vino, pasados de mano en mano de uno a otro entre los asistentes, me trajo a la mente estrofas de nuestro canto "pues los que fuimos extraños, en María somos hermanos". Terminó la misa, cantamos, nos consagramos y rezamos la oración final del mes de María.
- El desayuno se extendió mas de lo normal, y quedamos cortos, ya que entre el relato de Benjamín de sus experiencias en la canonización del Padre Hurtado, la presentación de Carlos Balbiani quien nos habló del proyecto de la "Casa de acogida para jóvenes en riesgo social" (que merece un post aparte) y la presentación de Rubén Pulido, que se integró a los madrugadores, se nos pasó la hora...
- ¿Vas a tomar desayuno de nuevo ? me pregunta mi señora con extrañeza... Por supuesto, le digo acercando una tasa... A veces uno debe sacrificarse por la familia...
Nota: El relato anterior no solo es verídico, si no que además es cierto...
14 noviembre, 2005
Madrugada del 12 de Noviembre de 2005
Publicadas por JCValenz a la/s 9:58 p. m.
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